Nuestros “honorables” legisladores hasta se despojaron de sacos y corbatas para realizar danzas muy sensuales con las trabajadoras que se peleaban por ser su pareja. “De una en una”, les gritaba Sansores, micrófono en mano y calificaba a los bailarines de “senadores preciosos y generosos”. El Senador Jorge Luis Lavalle desabotonó su camisa y siguió con un baile más caliente que un boiler.
De malo, no tiene nada, es el tipo de posadas que se organizan aquí mismo en Aguascalientes en fraccionamientos como Insurgentes, Palomino Dena, La Barranca, entre otras, y si la intención fue acercarse un poquito al pueblo (que bastante falta les hace), mínimo no cayeron en la nacada de llevar una piñata con forma de Donald Trump como le hicieron los del PRD en una posada similar. Si tan solo no cobraran lo que cobran y nos costaran lo que nos cuesta, seguramente sería algo muy hilarante o incluso digno de admirar.
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