El nombre surgió a raíz de una bomba atómica que los Estados Unidos había hecho explotar, en el marco de un test de postguerra, en Atolón Bikini, un archipiélago inhóspito, en las islas Marshall. Esto sucedió días antes de que Réard crease su novedoso diseño. A pesar de las críticas, los escándalos y la polémica, las mujeres se animaron a adoptar esta nueva propuesta, que desplazó por completo a los antiguos amplios bañadores de décadas anteriores.
Si bien, en un principio, no había tanta variedad de diseños, con los años, el bikini se fue asentando y aportando creativas opciones para decorar las siluetas ante las altas temperaturas. Sin duda alguna, todo un deleite para el público masculino.
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