Enfermos, ancianos, niños y discapacitados afectados en su salud, vecinos desvelados, cocheras bloqueadas, borrachos en las calles, son solo algunos de los resultados de eventos realizados en el Tres Centurias que el Ejecutivo suele omitir en los comunicados donde difunde los “beneficios” de tales actos.
Una vez al año presumen en estas fechas la realización del festival “cultural” de la cerveza, el cual inicia aproximadamente a las 10 de la mañana y culmina ya entrada la madrugada sin reparar el daño que causan a los habitantes de las zonas aledañas, que sin deberla ni temerla, pagan los platos rotos.
Entre los “detallitos” que tienen que aguantar los lugareños del barrio de la Estación, son el volumen excesivo de la música, que además de no permitirles el descanso por espacio de tres días que es lo que dura el festival, los deja alterados por más tiempo, provocándoles angustia, irritación, depresión, y una serie de secuelas que lesionan su vida personal y laboral.
Cabe resaltar que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 55 decibeles son el nivel de ruido que el oído humano puede tolerar sin dañar su salud, y en dichos eventos alcanza hasta los 78 (medida tomada del ruido que llega hasta el interior de los domicilios cercanos).
Pero el ruido no es el único problema, también deben tolerar el no poder usar sus entradas de vehículos por que los asistentes sin el menor respeto las obstruyen. De igual forma, aguantan a los amantes de la cerveza que sin nada de cultura suelen salir de ahí subiditos de tono y haciendo desmanes.
Esta situación no es una vez al año ni exclusiva de dicho festival, ya que como si la Plaza Gubernamental fuera un Salón de fiestas privadas, cada fin de semana la Administración Lozanista lo renta para distintos tipos de eventos, muchos de los cuales provocan en los vecinos las mismas molestias e inconvenientes graves antes descritos.
Tras la inauguración del Festival Pseudo Cultural, (O sea, en el primer día del evento), les cayó Reglamentos Municipal, y al cierre de la redacción, todavía no se concretaba si se animaban o no a levantar la respectiva acta.
Por si todo lo anterior fuera poco, resulta que la seguridad del lugar está a cargo de la empresa Omega, la cual se caracteriza por su violencia y la poca educación de sus gorilas, lo que quedó una vez más de manifiesto cuando un valiente vecino se animó a acudir para reclamar y solicitar le bajaran el volumen a su escándalo. Está por demás decir que los conceptos amabilidad y cortesía no son parte del entrenamiento de los Omegas.
Por último, el nombre de la responsable de la “organización” de los eventos que se hacen en el Tres Centurias es una tal Adriana Flores, que es quien cobra todo lo que ahí se realiza. Por cierto, ante el enojo justificado de los afectados, la única respuesta que han obtenido ha sido un: “Me vale madre, ya pagamos una buena lana y vamos a hacer lo que se nos antoje”.
¿Le gustaría a Usted vivir cerca del Tres Centurias?...
Mejor no lo pudieón describir es una verdadera tortura sus eventos
ResponderEliminarGracias a dios Uds. son los unicos que han podido comprender la situacione real que se vive frente a la plaza de las centurias que lamentablemente ya no es un parque familiar es una empresa privada que cobra grandes cantidades hasta las fotos que tomas te las cobran y todo es negocio y solo estan engordando a varios parasitos del gobierno del estado y logico dandole su mochada al lozano....gracias por entender nuestra situacion...
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